El pasado 9 de septiembre, un grupo de diputados del partido Demócrata Cristiano presentó un proyecto de ley (boletín 10297) que busca establecer medidas de reparación a las victimas de violaciones a los derechos humanos. La moción, enviada a la Comisión de Derechos Humanos para su estudio, fue presentada por los diputados Claudio Arriagada, Fuad Chahin, Iván Flores, Sergio Ojeda, Ricardo Rincón, René Saffirio y Gabriel Silber.
Queda pendiente que el Partido Demócrata Cristiano reconozca el rol que jugó en la instauración de la dictadura militar que dio curso a estas violaciones de los DD.HH. y crímenes de lesa humanidad.
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Nuestro acuerdo del Encuentro Extraordinario UNExPP de Agosto 2015 nos lleva a hacer una gran embestida contra la impunidad, por medio de querellas colectivas por cada centro de tortura que hubo en la dictadura y al menos una querella por Región. Para preparar las querellas es necesario que trabajemos TODOS en una intensa tarea de REFICHAJE de todos los compañeros que ya han participado en nuestras demandas civiles (son 3100 casos), pero pretendemos ampliar esa cantidad con invitación a participar en esta importante acción judicial al máximo de compañeros que sea posible, de modo que podamos conformar los diversos grupos homogéneos de torturados que coincidieron en los mismos lugares y en el mismo período de tiempo. De esa forma, facilitaremos la actuación de los jueces especiales de causas de DD. HH. al presentarles un paquete compacto de casos y concentrar la investigación del sumario para establecer la identidad de los victimarios o torturadores para que sean procesados y condenados.
El fallo reconoce que las víctimas fuimos objeto “de violaciones graves a los derechos humanos perpetradas por agentes del Estado de Chile y reseña la Convención Interamericana de Derechos Humanos para descartar toda prescripción de los delitos y acoger lo solicitado por los demandantes, atendiendo “el inconmensurable daño moral producto de su reclusión ilegal en una isla del fin del mundo, los maltratos y la agonía de la incertidumbre de su propia existencia”. En concreto, la sentencia considera que los delitos de lesa humanidad son imprescriptibles tanto en el aspecto penal, como en el aspecto civil, de acuerdo a la legislación internacional.