por Nelly Cárcamo, Presidente Nacional UNExPP
El Programa de Reparación y Atención Integral en Salud, PRAIS, fue creado para atender a las víctimas de la represión de la dictadura cívico-militar, abarcando el periodo 11 de septiembre de 1973 hasta el 10 de marzo de 1990. Se trata en consecuencia de un cuerpo de atención de salud que debería tomar en cuenta los terribles efectos de torturas, apremios, violaciones, vejaciones, encarcelamientos, etc. Los daños de la represión se hicieron extensivos a la familia de los reprimidos. Lamentablemente, PRAIS, con el correr del tiempo se ha constituido más en un problema, que en una solución, para las víctimas de atropello a sus derechos humanos y sus familiares.
Como primer problema, el programa cuenta con un escaso presupuesto, que en relación con el número de beneficiarios, es insuficiente. Lo más grave en relación a su monto es la forma en que se distribuye y la poca transparencia en la ejecución de los recursos.
Aparte del problema de la falta de recursos, muchos de los Equipos de Profesionales PRAIS, desconocen la Norma Técnica que regula el programa. Esto deriva en su incumplimiento, en la mayoría de los casos, sin mayores consecuencias para los funcionarios en falta. Todo esto se traduce en perjuicio neto para los usuarios del programa.
Hemos podido constatar además, que en algunas reparticiones, la contratación de dichos profesionales se ha transformado en una bolsa de empleo de conveniencia. Así es que los cargos no son entregados por competencias, sino más bien por razones de militancias políticas, o amiguismos.
Otro importante problema es la falta de entrega de información a los usuarios. Esto ocurre tanto de parte los profesionales de los Equipos, como también de las instituciones, que tienen la obligación de entregar información clara y fidedigna. No lo están haciendo, o lo están haciendo muy mal, ya que no toman en cuenta las diversas variantes y situaciones del universo de los usuarios, que exigen respuestas más elaboradas, no un simple sí o no.
Ante la consulta si la atención en salud para las víctimas de atropellos a sus derechos humanos es gratuita, la respuesta que entregan es un gran SI, pero esto no es así. Para muchas de las víctimas la atención de salud NO ES GRATUITA.
Por ejemplo:
a) Los beneficiarios que tienen la calidad de exonerados, cotizan obligatoriamente un porcentaje de su pensión (7%) para atención en salud.
Es decir que, con estos compañeros se comete una tremenda injusticia, ya que para ellos el beneficio de salud PRAIS, no es tal, ya que cotizan y pagan el derecho a atención de salud como cualquier otro chileno que está en el sistema comercial de salud. Es decir, no es tratado como víctima de atropello a sus derechos humanos, en lo que se refiere a atención en salud.
b) A los beneficiarios que además de la pensión Valech, y por ello poseen la tarjeta PRAIS, que aún se encuentran trabajando, o se han jubilado con una pensión de régimen, también se les obliga a cotizar aunque tengan la tarjeta PRAIS.
Es decir en este caso las víctimas de prisión política y tortura que aún trabajan, pagan su derecho a la salud imponiendo en FONASA o en una ISAPRE.
La atención de salud a través de este programa de reparación es verdaderamente gratuito solamente para los Beneficiarios PRAIS inactivos, que sólo tienen la pensión Valech. Ellos no tienen que cotizar y deben ser atendidos gratuitamente en el sistema público (sin costo para el beneficiario, paga el estado).
Otro elemento importante es que cuando el beneficiario enferma y recurre al servicio público, su Tarjeta PRAIS está por sobre los otros sistemas de salud, siempre y cuando el beneficiario lo exprese e informe (es decir lo diga o lo dé a conocer). Si no lo hace, entra a hacerse cargo de los costos de su diagnóstico y tratamiento médico FONASA o la ISAPRE, según sea donde esté cotizando.
Como sea, cuando al fin se accede al servicio, la calidad de éste deja mucho que desear. Las quejas por falta de especialistas, y la confusión sobre lo que cubre y no cubre el programa son preguntas de todos los días en la página web de la Unión Nacional de Ex Prisioneros Políticos, sobre un artículo que publicamos en febrero del 2015. Nos llegan además denuncias de malos tratos en la atención, de esperas interminables, y hasta de asuntos de carácter francamente médicos. Una y otra vez debemos referir a las y los compañeros a sus coordinadores regionales.
Los beneficiarios originales, los titulares, en la enorme mayoría estamos por sobre los 60 años de edad, aquejados de múltiples enfermedades. Muchos sin el beneficio de saber navegar en busca de respuestas por el internet. Así y todo, se han ido formando por todo el país grupos de usuarios PRAIS que ofrecen un poco de esperanza a los usuarios. Se hace también urgente que los hijos y nietos de los titulares se incorporen a este trabajo de defensa de los derechos de los usuarios.
Hemos podido constatar que, en los lugares donde las víctimas no se han organizado, el abuso es mayor y la atención es peor. Esta es una buena razón que debiera motivar a nuestros compañeros y compañeras a realizar los esfuerzos que sean necesarios para crear organizaciones donde no existan y para fortalecer las existentes.
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