COMPAÑERO EDUARDO ASTORGA, PRESENTE

Con profundo pesar, informamos que hoy 18 de agosto en la madrugada en Hamburgo – Alemania, falleció nuestro querido compañero Eduardo Astorga Sandoval.

Hoy la UNExPP de Chile, lamenta la pérdida de uno de sus mejores dirigentes. Él era miembro de nuestro grupo de apoyo de Hamburgo y además era nuestro representante ante la Federación Internacional de Resistencia FIR Asociación Antifascista, en la cual la UNExPP de Chile participa como miembro desde el año 2014.

El compañero Astorga nació el 26 de diciembre de 1946, en Paine, lugar en el que vivió su infancia y adolescencia, y aquí es donde comienza su vida política, tanto como dirigente sindical como también cómo militante del PS.

Producto de la brutal represión ejercida producto de la sed de venganza de los terratenientes de la zona, quienes a la par con los agentes del Estado, dieron rienda suelta a una criminal represión, secuestrando, torturando, asesinando y haciendo desaparecer a centenares de campesinos/as, compañeros/as, militantes principalmente del PS y de otros partidos de la UP.

El compañero Eduardo Astorga fue uno de los sobrevivientes de esa represión. Fue procesado por Tribunales Militares en tiempo de Guerra, segunda Fiscalia Militar causa Rol 227-73 y condenado a tres años y un día por Ley de control de armas el 20 de Diciembre de 1973. Cumplió la condena el 14 de Septiembre de 1976 sin embargo no obtuvo su libertad, sino que fue expulsado por Decreto 504, el 6 de Octubre de 1976, con prohibición de volver al país, salió con rumbo a Alemania, donde vivió su exilio hasta su fallecimiento.

El compañero Eduardo Astorga fue un incansable luchador, en el exilio, organizando y participando en miles de actos de solidaridad con el pueblo de Chile y de denuncia contra el dictador. Fue un incansable luchador también por la memoria, consolidando una muestra de lo que fue el terrorismo de estado en su querida localidad de Paine.

Antes de su partida al exilio, fue uno de los miles de prisioneros políticos del Estadio Nacional, que fue llevado luego a la cárcel pública de Santiago, para posteriormente ser trasladado a la Penitenciaria de Santiago, luego a la Cárcel de Buin y Cárcel Capuchino.

Querido Compañero Eduardo partes de este mundo, cómo otros tantos miles de compañeros/as víctimas del terrorismo de estado, sin haber experimentado la vivencia de la justicia y de la reparación. Hoy te despedimos con mucho dolor pero seguiremos honrándote con nuestro compromiso con esta noble causa, que exige castigo para los criminales y reparación integral para los sobrevivientes de los crímenes de lesa humanidad de la dictadura cívico – militar de Pinochet.

¡Compañero Eduardo Astorga, hasta la victoria…siempre!

¡Venceremos!

7 opiniones en “COMPAÑERO EDUARDO ASTORGA, PRESENTE”

  1. Un entrañable afecto y recuerdo para una maravillosa persona que conocí en la cárcel pública de Santiago. Fuimos compañeros de celda junto a otros cuatro presos políticos y que nos catalogaban como «prisioneros de guerra», (malditos). Hace muy poco tiempo me enteré de nefasta noticia
    Aprovecho de saludar a esta honorable asociación y agradecer su valiosa contribución a sus asociados. Un gran saludo.

  2. Nuestras más sinceras condolencias a la familia de Hamburgo, por la pérdida de una gran persona, quien luchó incansablemente por sus ideales y por la justicia en Chile.
    Tuve el honor de conocer, a quien fue mi tío y escuchar sus historias en sus conversaciones con mi padre.

    Un abrazo

    Tamara Cabrera y familia.-

      1. Hola, un saludo para toda vuestra familia. Ya se cumplirá 2 años de su partida. Trabaje en el exilio con Eduardo, excelente compañero, compartí con su familia que formo allá.
        Luego cuando llegó Carmen también me hice muy cercana a ella, perdí todo contacto, ya que retorne a Chile, si puedes darme noticias y como encontrarla te lo agradecería mucho.
        Saludos,
        Yasna

  3. Me adhiero al dolor de la familia por la irreparable perdida del compañero Eduardo Astorga y la agrupación a la cual pertenecía.

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