EL DÍA DEL DESAPARECIDO Y LA DIFERENCIA ENTRE JUSTICIA SOCIAL Y CARIDAD.

Lagón cumple y Bachelet…?
Por Nicolás Vega.
Berlin.

(Nicolás Vega ayuda a decir «No a la guerra de Irak»)
En un punto preciso, concuerdo con la crítica de que la intención de instituir el día del desaparecido es “arqueología política”, sólo si se considera el tema de los muertos, y no el tema de los que aún siguen vivos, o siguen sobreviviendo.

Los que sobrevivieron a la tortura, a la prisión, al exilio, son también una suerte de “desaparecidos”; desaparecidos de su país y de la memoria histórica; ha sido asesinada la identidad de estas personas. Ése era el sentido de la condena en la Grecia clásica que se denominaba “ostracismo”. Una pena de muerte social. Sócrates prefirió beber veneno, antes de tener que salir expulsado de Atenas.

Los políticos de la concertación siempre han usado (abusado) políticamente la tragedia de los desaparecidos en el momento (electoral) oportuno, para ablandar a la gente, pero cuando han debido actuar de acuerdo a las exigencias de los tribunales internacionales sobre reparaciones (no “pensiones”), han actuado con todo desparpajo, para evitar el pago de aquéllas.
En esto han sido cómplices –sin excepción alguna- todos los parlamentarios de esta coalición. Y Bachelet, nunca se ha referido al caso, porque teme criticar a su mentor.

El caso de Ricardo Lagos, fue el más claro, con su emotivo discurso cuando se refirió al informe de la Comisión “Valech”. Todos los parlamentarios que hoy dia “lamentan” la
situación de las personas a las que me refiero, se arrodillaron y votaron en masa, para traicionar los intereses de los que dicen defender.

Ahora la Presidenta ha lanzado unas lagrimillas y le ha temblado la voz en el Congreso, recordando a mi camarada Carlos Lorca; o a Victor Díaz y otros. Pero no ha hablado claro en esa solemne oportunidad para referirse a la situación de los ex prisioneros políticos. Por eso, no me conmueve esa sensiblería.
Nada, ni una palabra dijo si iba a enmendar el desaguisado de Lagos y Eyzaguirre, que dejó fuera de reparación a más de cinco mil ex prisioneros políticos, por el hecho de que éstos reciben una miserable pensión como exonerados. Esos dos temas no tienen la misma dimensión cualitativa. Allí no valen para esta gente, los principios.

Isabel Allende acusó con razón a Piñera y a sus aliados, de que la negativa a otorgarle el derecho a voto a los chilenos residentes en el extranjero, además de romper un compromiso de honor, había sido fundada en un espúreo cálculo político , y no en principios éticos. Pero en el momento que Eyzaguirre y Lagos, hicieron el mismo cálculo en el tema de las reparaciones, la diputada Allende olvidó los principios que ahora enarbola manifestando que lo más importante era el reconocimiento “simbólico” e instó incluso a los ex prisioneros políticos a donar sus miserables “pensiones”.

Ahora hay «plata», pero la Presidenta, no traduce sus lágrimas en medidas concretas en función de la justa exigencia de los ex-prisioneros políticos. En su mensaje se puede leer una sola frase sobre este tema y es sólo una promesa difusa. En su programa, podemos encontrar cientos de promesas no cumplidas.
Su declaración en el Congreso, se definió en ofrecer dávidas y subvenciones. “Gasto social” es la palabra que mejor define a la Concertación. ¿Por qué no se hace inversión pública que es otra cosa? Inversión pública significa potenciación de la economía y creación automática de miles de puestos de trabajo. Así se terminaría con la profesión del “cesante”; de los que le exigen puestos de trabajo al gobierno, pagados con el presupuesto de calamidades públicas.

¿Dónde está por ejemplo la idea de crear un Banco Estatal de Desarrollo, que otorgara créditos con bajos intereses a los campesinos, a los miniempresarios, agricultores, a los artesanos, a los «emprendedores»? ¿Por qué no se había financiado hasta ahora programas de energías alternativas que podrían haber detonado hace tiempo un boom tecnológico y laboral?

Inversión pública sería por ejemplo, lanzar un proyecto financiado por el Estado para construir 1.000.000 techos solares para Chile, con el objeto de contrarrestar la falta de gas para calefacción (disminuir la contaminación, al eliminar la leña); suministrar energía eléctrica disminuyendo la dependencia energética y de pasada debilitar con los mismos principios de la libre competencia, el monopolio y los abusos de Endesa. La construcción masiva de ciclovías, desataría un boom extraordinario en la industria de la mecánica de precisión, produciendo miles de puestos de trabajo. (fuera por supuesto, de que fomentaría el deporte del ciclismo).
No olvidemos que Evita Perón lanzaba billetes a sus descamisados, desde los trenes en marcha, pero eso fue posible, mientras Argentina, pudo aprovechar la hambruna en Europa después de la segunda Guerra Mundial, vendiendo trigo y carne a precios exhorbitantes. Una vez que Europa se hubo recuperado, Perón fue barrido del poder.

Mientras hubo dinero en Argentina, el pueblo estuvo contento, pero el gobierno de Perón no tocó jamás los intereses de los monopolios, ni los intereses de la aristocracia vacuna . Nunca hizo una reforma agraria. Era un populista.
Nicolás Vega.