Discurso de Nelly Cárcamo
Queridos compañeros y compañeras, amigos, amigas, a nombre de la Unión de Ex Prisioneros Políticos y Torturados de Osorno y la UNExPP de Chile, agradezco vuestra presencia. Ella nos causa mucha satisfacción y sin duda dignifica y enaltece esta actividad.
Nos encontramos en este lugar, no casualmente. Cada uno de nosotros hemos acudido a esta sala para conmemorar un nuevo aniversario del Golpe de Estado de 1973 y con ello el fin al sueño del pueblo de Chile de lograr transformaciones políticas, económicas y sociales para lograr vivir en un país más inclusivo, más solidario en resumen un país con más justicia social.
Queridos Compañeros Salvador Allende hombre promotor de la paz y de la justicia social y fiel a sus principios democráticos, intenta por primera vez en la historia de la humanidad llevar a cabo la revolución a través de un proceso de cambios por la vía pacífica, transitando por las vías legales ofrecidas por el sistema burgués y en este esfuerzo encontró la comprensión, el apoyo y la simpatía de todo el mundo; menos por supuesto de quienes veían amenazados sus intereses y privilegios.
Consumada la victoria electoral en las urnas de la Unidad Popular representada por nuestro querido compañero Presidente Salvador Allende, con un programa social y político que contenía importantes medidas para responder a las necesidades sociales y políticas más urgentes y sentidas de un pueblo que hasta allí no había sido escuchado en sus demandas.
Desde el mismo momento que Salvador Allende es elegido, inclusive antes que asumiera el gobierno comienzan las maniobras conspirativas de los sectores más reaccionarios de nuestro país, para evitar que asumiera su cargo como Presidente de Chile elegido por el voto popular no escatimando esfuerzos llegando inclusive al extremo de asesinar René Schneider, Comandante en Jefe del Ejército.
La profundización de la reforma agraria hace que los grandes terratenientes y latifundistas reaccionen saboteando la producción agrícola, mientras los propietarios de los centros de producción y distribución se hacían parte de las actividades de sabotaje, mediante el acaparamiento de las mercancías provocando en forma artificial la escasez de los alimentos básicos.
La nacionalización del cobre fue una estocada en pleno corazón al imperialismo, quienes intensificaron su tarea de asfixiar la economía de nuestro país. Esta medida fue a nuestro juicio la que selló la decisión de acabar con esta “experiencia de justicia social y democratizadora” que estaba sirviendo de muy mal ejemplo a los demás países de Latinoamérica y del mundo; demostrando que se puede llegar a una sociedad más justa; haciendo transformaciones profundas, para ello utilizando los espacios que ofrecía la propia sociedad burguesa.
Los casi tres años de Gobierno de la Unidad Popular fueron años de intensa lucha, de ir superando dificultades para poder llevar acabo el programa propuesto al pueblo de Chile en la campaña electoral de 1969. En estos casi tres años le quedaba claro al pueblo de Chile, especialmente a los obreros y campesinos, a los jóvenes, a las mujeres, a los intelectuales progresistas, que por primera vez en la presidencia teníamos un genuino representante de los trabajadores, de los pobres, de los sin voz, un representante del universo progresista y revolucionario de nuestra nación.
El presidente Allende conciente de las dificultades y de los peligros, que acechaban al proceso, al pueblo y a él como máximo representante de este, palpando el renacer del fascismo, encarnado en cada una de las acciones de conspiración y sabotaje impidiendo su gestión, solo le restaba la voluntad de defender el proceso con su propia vida.
Pocos hombres como él han sido capaces de encarnar los sueños y esperanzas de los más desposeídos de nuestra patria, nadie como él hizo suyo el sentir de los trabajadores en sus ansias por más justicia social y por más dignidad.
Él fue un líder que se formó al calor de las luchas sociales y que a lo largo de su existencia construyó un vínculo profundo de cercanía y pertenencia con su pueblo, al extremo de ofrendar su vida por él, así como lo enunció el fatídico 11 de septiembre de 1973: “Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo” y así sucedió.
Salvador Allende fue una persona capaz de aglutinar y hegemonizar esperanzas y sueños, ya que el pueblo confiaba en él y esa confianza radicaba en la firmeza, convicción y pasión, con la que sustentaba sus ideas y valores surgidos de su autentico compromiso. Salvador Allende fue capaz de develar de manera muy clara la diferencia entre los que pretendían detener la historia y los que empapados de esperanzas y sueños pretendían empujarla y conducirla.
No existe una persona más relevante en la historia de Chile que Salvador Allende y debemos tener claro que él no representa el pasado, el representa presente y futuro, cuando observamos la deshumanización impuesta por el capitalismo salvaje, y la
globalización con sus nefastas consecuencias en el ámbito político, ecológico, moral y social, nos queda claro que sus ideas cobran hoy más vigencia que nunca.
Hoy cuando vemos la forma en que se hace política, la falta de idealismos, la relativización de principios y valores, la falta de consecuencia de lo que se dice con lo que se hace, cuando todo vale para trepar política, económica y socialmente, cuando los cargos de representación política no se ganan con compromiso, con trabajo social, se reparten en forma cúpular de acuerdo a intereses de baja monta, cuando en las campañas se ganan votos ofreciendo programas que posteriormente se ignoran, la figura de Salvador Allende se alza como un águila en vuelo, quedando a la vista la calidad humana de este ser excepcional.
Querido compañero Presidente hoy que muchos de tus seguidores de antaño quienes a espaldas del pueblo “negociaron”, “concensuaron” nuestros principios y que se avergüenzan de su pasado tratando de mimetizarlo con discursos pseudo-democráticos y pseudo-revolucionarios, pronuncian tu nombre en voz baja y sólo en privado, queremos decirte que la gran mayoría de los que te acompañamos en ese hermoso sueño de una patria más justa, más humana nos sentimos orgullosos de lo que compartimos independientemente de lo doloroso que pudo haber sido por el precio que tuvimos que pagar por nuestra consecuencia.
Como una muestra de nuestro reconocimiento, admiración y lealtad a tu figura es que la UNExPP de Chile interpuso una querella criminal en contra de todos aquellos que resulten responsables del magnicidio que terminó con tu vida, porque jamás aceptaremos verdades “consensuadas, convenidas o necesarias” para establecer el suicidio.
Querido compañero Salvador Allende, queda mucho por hacer queda mucho por lograr, tenemos confianza en que algún día se darán las condiciones para transformar este país en un país más justo, así como tú lo soñaste, donde se ponga como centro de su quehacer al ser humano y no al capital. Seguiremos luchando “hasta que se abran las grandes alamedas por donde pase el hombre libre con derecho a educación gratuita, con derecho a un trabajo digno con un sueldo justo, con un sistema de salud y de previsión que termine con el abuso como forma de relacionarse.
Queridas compañeras y compañeros, no podemos dejar de mencionar y recordar a todos nuestros compañeros y amigos que ofrendaron sus vidas por haber sido parte de este hermoso sueño; a todos ellos y sus familias nuestro reconocimiento, respeto y cariño.
Dicho esto, no podemos dejar de mencionar que todos aquellos que abrazamos la causa de la justicia social, nos encontramos hoy cuando conmemoramos los 41 años del golpe militar y 24 años de gobiernos post dictadura enfrentados a una sociedad que no ha dignificado a las víctimas sobrevivientes, nos enfrentamos a la impunidad impuesta con la complicidad de los poderes fácticos; Jueces que insisten en aplicar aberrantes figuras jurídicas para liberar a los asesinos o minimizar las penas por los horrendos crímenes cometidos, los parlamentarios que no ven urgencia en legislar para evitar la impunidad y los diversos gobiernos que a 24 años del retorno de la democracia no han sido capaces de dignificar a las víctimas y a sus familiares resolviendo el tema como corresponde y de acuerdo a los tratados internacionales suscritos por nuestro país.
No nos sirven las promesas consignadas en programas de gobierno, si no hay la intención real de llevarlo a cabo con la urgencia que los sobrevivientes requieren para ver y experimentar la justicia en sus vidas; ya que no tiene validez alguna, que posteriormente se levanten monumentos o casas de la memoria en su recuerdo y honor cuando en vida en forma irrespetuosa se les ha ignorado y se les ha invisibilizado sin considerar que somos la reserva moral y memoria viviente.
Queridas compañeras y compañeros la lucha continua… viva Allende…vivan nuestros mártires…Venceremos!!!
Osorno, 11 de septiembre de 2014
Estimado compañero, la Organización de Derechos Humanos de Arica-Parinacota saluda atentamente a Ud. y la directiva de la Unexpp de Chile y felicita a toda la dirección, especialmente a la Sra. Presidenta por tan bonito discurso en el reconocimiento del Dr. Salvador Allende, nuestro presidente MARTIR. SALUDOS PARA TODOS LOS COMPONENTES de nuestras organizaciones, que debemos luchar hasta lograr nuestra meta. Gracias. H. GALLARDO