EL PARLAMENTARIO URRUTIA, Y LOS GOBIERNOS POS DICTADURA

“Fui secuestrado, llevado a un centro de tortura me golpearon, me tuvieron en una aposento inmundo, donde debí permanecer por muchos días a oscuras y allí mismo, orinar y defecar, sin comer. Sólo me sacaban para torturarme, aplicándome electricidad en todo el cuerpo, principalmente, en la lengua, oídos, genitales, me violaron, me metieron palos por el ano, me destrozaron mis dientes, mi columna, mis costillas y me reventaron los oídos. Me destruyeron físicamente y psicológicamente para siempre”.

“Primero detuvieron a mi madre, yo era apenas una adolescente, una patrulla de carabineros me sacó de mi casa y me llevaron a un centro de tortura, allí fui salvajemente torturada y violada en forma reiterada por al menos once o doce de mis opresores. Me provocaron un prolapso de útero y luego me dejaron allí desnuda tirada en el suelo con una hemorragia genital… me rescató un doctor amigo de mi madre, me cubrió con su abrigo y me sacó del lugar… Cuando creí todo había pasado, llegó nuevamente una patrulla de carabineros en un furgón con al menos cinco efectivos me secuestraron me sacaron hacia un camino poco transitado y me violaron nuevamente TODOS, luego me abandonaron en el lugar…. y esto se repitió tres veces… Resulté con un embarazo de alguno de ellos, pero que no llegó a término… Hoy sobrevivo con graves secuelas físicas y psicológicas”

El relato de estas dos personas, cuyos nombres omitimos, porque éstas atrocidades, pueden ser el relato prácticamente de casi todas las víctimas de secuestro, prisión y tortura, realizado por las asociaciones ilícitas, y maquinaria de exterminio, instaladas por la dictadura, para este fin. A todas estas personas el Parlamentario Urrutia, las llamó TERRORISTAS QUE SÓLO BUSCAN AGUINALDOS DEL ESTADO y justifica y apoya a quienes cometieron estas barbaridades, buscando aumentar la impunidad ya existente.

Pero no nos detendremos a replicarle a este personaje sus dichos, ya que sabemos que no tiene sentido, su estructura mental y sus distorsionados valores y principios, no variarán, ni nada de lo que diga le hará sentido. Además que hay muchos/as Parlamentarios/as, no solo de la derecha, que piensan igual, sólo que son capaces de controlar su verborrea.

Nos parece pertinente, señalar que la actitud, del Parlamentario Urrutia, es producto de una pésima política en derechos humanos implementada en Chile y de esto acuso y hago responsable a los Gobiernos de la Concertación y Nueva Mayoría.

Nos parece una actitud oportunista que éstos hagan hoy sentidas declaraciones de repudio, y rasguen vestidura, por lo sucedido con este Parlamentario. Finalmente ellos han sido quienes permanentemente nos han maltratado, con la implementación de políticas parches, mezquinas, ofensivas, mostrando más preocupación por los criminales de lesa humanidad que por sus víctimas y DESCONOCIENDO EL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO, SUSCRITO POR CHILE.

En ningún momento la Concertación y la Nueva Mayoría, habiendo tenido muchas veces mayoría parlamentaria, mostraron voluntad política para resolver con respeto y empatía, esta deuda que se mantiene con las víctimas sobrevivientes. Permanentemente nos han tratado como mendigos. Nunca nos han reconocido como SUJETOS DE DERECHO.

En Chile la impunidad se ha transformado en el objetivo central, acordado por los que nos han gobernado por décadas, con los que se encubre, es por eso que no podemos evitar que personajes fascistoides, inhumanos y fanáticos, como este Parlamentario, se den el gusto de hacer este tipo de declaraciones.

Pero no nos llamemos a engaños, consideramos muy grave sus dichos, pero nos parece más grave aún:

* La falta de justicia, por la aplicación del artículo 15 de la Ley 19.992 del Ex Presidente Ricardo Lagos, en complicidad con Juan Emilio Cheyre, que ordena mantener en secreto por 50 años, los antecedentes entregados a la Comisión Valech.
* El permitir que se recontraten violadores de derechos humanos en las instituciones armadas, que se le mantenga sus rangos y sus suculentas pensiones aumentadas por el shock postraumático de haber torturado,
* Que se designen en cargos importantes de sus Gobiernos, a familiares de violadores de derechos humanos, unidos no solo por el elemento consanguíneo, sino que cercanos en su pensamiento político, como el Ministro Campos, y que se designe como embajadores a personajes como James Sinclair.
* Que en los libros de historia se define aun el periodo de la dictadura como “Gobierno Militar”,
* Que en las campañas presidenciales se presenten excelentes programas de DD.HH. para luego no cumplirlos, engañando a las víctimas sobrevivientes y a sus familiares.
* Que se mantenga en cárceles de cinco estrellas a criminales de lesa humanidad.
* Que en materia de justicia, se tomaran todas las medidas tendientes a disminuir el número de ministros a cargo de investigar los centenares de casos de crímenes de lesa humanidad aún abiertos.
* Que el Gobierno envíe al Consejo de Defensa del Estado, con su posición de poder, solicitando la aplicación de figuras jurídicas aberrantes como lo es la prescripción, para entorpecer los juicios que presentan con tanta dificultad las víctimas, para obtener reparaciones justas y adecuadas al daño causado.
* Que se recurra a ficciones jurídicas, contrarias al Derecho Internacional Humanitario, para liberar a criminales de lesa humanidad, y un muy largo etc.

Estas situaciones son mil veces más graves que las declaraciones de un Parlamentario fascistoide, y son más graves porque son parte de una política pública de derechos humanos, cómplice de las más brutales aberraciones cometidas en dictadura.

No nos perdemos. Estas viles declaraciones no nos distraen de la problemática central, ni desvían nuestra atención de los verdaderos responsables de las miserable políticas de derechos humanos implementadas por los Gobiernos pos dictadura y que afecta a todas las víctimas de atropellos a sus derechos humanos. Todo lo sucedido fue responsabilidad del Gobierno de la Nueva Mayoría y de la Presidenta Bachelet. Tuvieron tiempo suficiente para haber discutido y aprobado este proyecto, pero no hubo voluntad política para hacerlo.

Si, reconocemos, saludamos, aplaudimos y agradecemos a la Parlamentaria Pamela Jiles, su actitud valiente para con personajes que no son otra cosa, que un producto de la impunidad que reina en Chile. Sin duda también rechazamos categóricamente los dichos del nefasto Parlamentario Urrutia, pero con más fuerza e indignación rechazamos la política de derechos humanos implementada por la Concertación y la Nueva Mayoría, en sus Gobiernos pos dictadura.

Mantendremos nuestra lucha infatigable en tribunales porque sabemos que la decencia y la honradez no forman parte de los “acuerdos” de nuestra clase política y porque la justicia para nuestros compañeros no la transaremos jamás y, sobre todo, porque la historia y el Derecho Internacional Humanitario, está con nosotros.
Apoyados en este mismo derecho, proseguiremos nuestras denuncias ante la Comisión Interamericana de DDHH hasta lograr sentar al Estado de Chile en el banquillo de los acusados, ante la Corte Interamericana de DDHH y buscaremos su condena por la falta de justicia y dentro de ella la reparación.

Seguiremos nuestra estrategia activa ante los tribunales y presentaremos cientos y miles de querellas criminales por secuestro, tortura y asociación ilícita, en todo el país. Esa será nuestra mejor respuesta a estos personajes y a estos Gobiernos.

Nelly Cárcamo V.
Presidente Nacional de la UNExPP de Chile.
Osorno, 21 de abril de 2018.

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